La dieta para diabéticos y las personas que padecen presión arterial alta[1] (hipertensión) tienen mucho en común: los alimentos que contribuyen a mejorar el estado de la enfermedad y son un factor importante en su curación.
Si te han diagnosticado diabetes, no entres en pánico porque tal condición se puede controlar fácilmente a través de cambios en el estilo de vida y hábitos. El primer paso debe ser corregir tu menú.
La dieta DASH[2] es una forma de alimentación especialmente diseñada que ayuda a reducir la presión arterial. Las personas que siguen esta dieta pueden reducir su presión arterial sistólica hasta en 14 mm Hg. Además, las personas que siguen la dieta DASH tienen un riesgo significativamente menor de desarrollar osteoporosis, cáncer, enfermedades cardíacas o diabetes.
Diabetes e hipertensión
En lo que respecta a la diabetes, los alimentos que ingieres en tu cuerpo todos los días afectan en gran medida el nivel de azúcar (glucosa) en la sangre. Asimismo, debes saber que existen alimentos que pueden ayudarte a sobrellevar la enfermedad con mayor facilidad y al mismo tiempo obtener todos los nutrientes necesarios. Se pueden combinar fácilmente y preparar de varias formas y obtendrás platos sabrosos y saludables, ricos en nutrientes beneficiosos para tu salud.
Con presión arterial alta, es de primordial importancia reducir la ingesta de sodio (sal). El sodio está presente en la sal de mesa, bicarbonato de sodio, aguas minerales. Las personas sanas no deben consumir más de 2,6 g de sodio al día (5-6 gramos de sal, que es aproximadamente 1 cucharadita), mientras que las personas con presión arterial alta, las personas mayores de 51 años, las personas con diabetes o enfermedad renal crónica no debe consumir más de 1,5 g de sodio (1/2 cucharadita de sal) por día.Estos son los principios básicos en los que debe basarse la nutrición en caso de diabetes o hipertensión, ¡incluso si esta dos enfermedades coexisten!
Sintomas de diabetes y de hipertensión
La hipertensión, o presión arterial alta, a menudo ocurre junto con la diabetes mellitus tipo 1, tipo 2 y la diabetes gestacional, y los estudios muestran que puede haber una conexión entre ellas: tanto la hipertensión como la diabetes tipo 2 son aspectos del síndrome metabólico, una condición acompañada por la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. Tanto la hipertensión como la diabetes pueden tener algunas causas comunes y algunos factores de riesgo comunes. También, contribuyen al empeoramiento de todos los demás síntomas. Las opciones de tratamiento para ambas condiciones también se superponen.
Los autores del estudio de 2012 informan que la diabetes y la hipertensión a menudo ocurren juntas y pueden compartir algunas causas comunes.
- Obesidad
- Inflamación
- Estrés oxidativo
- Resistencia a la insulina
La diabetes implica niveles altos de azúcar en la sangre. Una persona con diabetes no tiene suficiente insulina para metabolizar la glucosa o su insulina no es lo suficientemente efectiva. La insulina es una hormona que permite al cuerpo metabolizar la glucosa de los alimentos y utilizarla como fuente de energía.
Como resultado de los problemas de insulina, la glucosa no puede ingresar a la célula para proporcionar energía, sino que se acumula en el torrente sanguíneo. A medida que la sangre con altos niveles de glucosa viaja por el cuerpo, puede dañar todas las partes del cuerpo, incluidos los vasos sanguíneos y los riñones. Estos órganos juegan un papel clave en el mantenimiento de una presión arterial saludable. Si se dañan, la presión arterial puede aumentar, lo que aumenta el riesgo de más daños y complicaciones.
Un análisis publicado en 2015 analizó datos de más de 4 millones de adultos. La conclusión del análisis es que las personas con presión arterial alta tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Esta conexión puede deberse a procesos en el cuerpo que acompañan a ambas afecciones, como la inflamación.
Los efectos combinados de la diabetes y la presión arterial alta pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, enfermedades renales y otros problemas de salud.
En 2012, los investigadores informaron datos que sugerían que el 30 % de las personas con diabetes tipo 1 y el 50-80 % de los pacientes con diabetes tipo 2 tenían presión arterial alta.
Hay tres formas en que la glucosa alta en la sangre puede aumentar la presión arterial:
- Los vasos sanguíneos pierden elasticidad.
- El contenido de líquido en el cuerpo aumenta, especialmente si la diabetes ya afecta los riñones.
- La resistencia a la insulina puede involucrar procesos que aumentan el riesgo de desarrollar hipertensión
Controlar los niveles de glucosa en sangre y la presión arterial puede ayudar a prevenir complicaciones.[3]
¿Cómo reconocer la hipertensión?
A menudo escuchamos que se hace referencia a la hipertensión como el «asesino silencioso», ya que la mayoría de las personas no saben que tienen presión arterial alta. La American Heart Association (AHA) señala que en la mayoría de los casos no hay síntomas reconocibles. Las personas generalmente descubren que tienen presión arterial alta durante un chequeo de rutina en el consultorio de su médico o cuando controlan su presión arterial en casa. Al medir la presión arterial, obtendremos 2 valores:
- Sistólica – valor superior
- Diastólica – valor inferior
Los expertos destacan qué valores de presión arterial son normales, cuáles elevados y cuáles indican situaciones graves que requieren asistencia médica inmediata:
- Normal: valor sistólico <120 mmHg, valor diastólico <80 mmHg
- Elevado: valor sistólico 120-129 mmHg, valor diastólico <80 mmHg
- Hipertensión I grado: Valor sistólico 130-139mmHg, valor diastólico 80-89mmHg
- Hipertensión II grado: Valor sistólico >140mmHg, valor diastólico >90mmHg
- Crisis hipertensiva: valor sistólico >180 mmHg, valor diastólico >120 mmHg
¿Cómo reconocer la diabetes?
La mayoría de las personas con diabetes no pueden reconocer los síntomas. Incluso los pacientes que ya han sido diagnosticados, siempre que estén controlando su condición de manera efectiva, no pueden notar síntomas. Los síntomas de niveles altos de azúcar en la sangre incluyen:
- Sensación de sed pronunciada
- Necesidad frecuente de orinar
- Aumento de la frecuencia de la micción nocturna
- Debilidad y fatiga
- Visión borrosa
Para valores normales de glucosa se consideran los siguientes valores en un momento determinado del día:
- 5,5 a 7,5 mmol/l antes del desayuno
- 4,5 a 7,5 mmol/l antes del almuerzo o la cena
- 6,5 a 8,5 mmol/l antes de acostarse
Cualquier cosa que se desvíe de eso requiere la intervención de un médico y exámenes detallados.
Batido de proteínas
Los sustitutivos de comidas o MRP (Meal Replacement Powder) son una opción muy práctica para las personas que no siempre son capaces de seguir una comida equilibrada. Se trata de una preparación instantánea (envasada en cajas o bolsas) que se elabora en forma de batido con leche o agua, de forma muy rápida.
En forma de comida líquida, obtienes los nutrientes necesarios como proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales y más, todo lo que debe contener una comida equilibrada. Además, la fibra dietética y las enzimas a menudo se pueden encontrar en estas preparaciones, lo que ayudará a su tracto digestivo y facilitará la digestión. Algunos reemplazos de comidas también pueden contener L-carnitina para aquellos que usan el reemplazo de comidas para regular el peso corporal.
Por supuesto, la nutrición es una prioridad e insustituible, por lo que estos reemplazos de comidas solo deberían ser una opción si no puede comer comidas reales en ese momento (por ejemplo, si estás en el trabajo por mucho tiempo, si estás de viaje, si no tienes suficiente tiempo para preparar y consumir un alimento sólido y, sin embargo, cuidar tu dieta y similares).
Los sustitutivos de comidas son buenas opciones para todos aquellos que quieran mantener una línea o trabajar en la corrección de la masa corporal. Pueden permitirte controlar tu ingesta de calorías y nutrientes y no conducir a comer en exceso no deseado. Por ello, es preferible utilizarlos en forma de cena, que es la comida más discutible cuando, debido a un metabolismo lento, no debemos excedernos en la comida. O en el sentido de algún snack cuando necesites saciar rápidamente un ataque de hambre y similares.
Repetimos, la nutrición es lo más importante, y estas solo pueden ser aliadas para quienes cuidan la ingesta de nutrientes, por lo que no se recomienda sustituir más de 1-2 comidas al día por sustitutivos de comidas. Por supuesto dependiendo de sus necesidades.
Alimentación adequada para diabéticos e hipertensos
¡Uno de los principios básicos en el tratamiento de pacientes con diabetes es la aplicación de una nutrición adecuada!
Al planificar una dieta, es importante mantener la proporción entre carbohidratos, grasas y proteínas. De la ingesta total de energía, los carbohidratos deben constituir el 50-60 %, las grasas el 30 % y las proteínas el 20 %.
Reglas básicas en nutrición:
- Los alimentos deben prepararse con el menor procesamiento térmico posible, excepto cuando sea necesario, para conservar la mayor cantidad de vitaminas posible.
- Evita agregar grasas y especias fuertes, lo que no significa que deban excluirse por completo, porque es muy importante que el sabor de la comida sea satisfactorio.
- La comida debe estar recién preparada, mejor hervida que frita.
- El número de comidas suele ser de 5-6, lo mejor es que sean siempre a la misma hora.
Uno de los pasos que un médico puede recomendar para reducir la presión arterial alta es la dieta DASH (Enfoques dietéticos para detener la hipertensión) para detener la hipertensión (presión arterial alta).
La dieta es sencilla:
- Come más frutas, verduras y productos lácteos bajos en grasa.
- Reduce el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, colesterol y grasas trans
- Come más alimentos integrales, pescado, aves y nueces,
- Limita la sal (sodio), los dulces, las bebidas azucaradas y las carnes rojas.
En estudios de investigación, las personas que siguieron la dieta DASH redujeron su presión arterial en dos semanas.
- Otra dieta, DASH Sodium, exige reducir el sodio (sal) a 1500 miligramos por día (alrededor de 2/3 de una cucharadita). Los estudios de personas en el plan DASH Sodium también han demostrado una reducción en la presión arterial.
- La dieta DASH requiere una cierta cantidad de porciones por día de diferentes grupos de alimentos. La cantidad de porciones que necesita puede variar según la cantidad de calorías que necesita por día.
- Puedes realizar cambios incrementales. Por ejemplo, comienza por limitarte a 2400 miligramos de sodio (sal) por día (alrededor de 1 cucharadita). Luego, después de que su cuerpo se adapte a la dieta, reduce a 1500 miligramos de sodio por día (alrededor de 2/3 de cucharadita). Estas cantidades incluyen la sal total ingerida en los productos alimenticios, así como la añadida durante la preparación o el consumo de la comida.
Papas al horno con queso
Un plato extremadamente sabroso que agrada a los diabéticos y a las personas que padecen hipertensión. Así es como se prepara:
Ingredientes:
- 1 kg de papas
- 200 gramos de queso magro
- 2 huevos
- 2 dl de leche
- 3 cucharadas de crema agria
- 1/2 cucharadita de pimiento rojo triturado
- 1 cucharadita de perejil finamente picado
- un poco de sal
- pimienta molida
- aceite
- especia de cúrcuma
Preparación:
Cocer las patatas, quitarles la piel y cortarlas en aros. Coloca las papas en una charola para horno engrasada, agrega sal y un poco de pimienta molida. Mezcla el queso, los huevos, la leche, la crema agria, 1/2 cucharadita de paprika triturada, 1/2 cucharadita de cúrcuma, 1 cucharada de perejil finamente picado y 2 cucharadas de aceite. Verter esta masa sobre las patatas y hornear todo junto en el horno hasta que tome un color amarillo dorado.
Receta de hamburguesas vegetarianas
Ingredientes:
- 3 zanahorias
- 3 calabacines
- 1 huevo
- 3-4 cucharadas de harina de maíz
- un poco de sal
- pimienta
- pan rallado al gusto
- aceite para fritura
Preparación:
Salar las zanahorias y los calabacines rallados y dejar actuar durante 10 minutos. Para que las hamburguesas no queden demasiado blandas, exprime bien las verduras. Agregue huevo, pimienta, harina de maíz y otros ingredientes que desee a la mezcla. Caliente el aceite de cocina, dé forma a las hamburguesas y cocine uniformemente por ambos lados hasta que estén doradas. Para que absorba el exceso de grasa, dispóngalas sobre papel de cocina. Sirva con una ensalada de su elección o con yogur.
Sopa de pollo con verduras
Ingredientes:
- 1 litro de caldo de pollo con carne
- 2 zanahorias
- 2 chirivías
- 1 patata mediana
- 1 cabeza de cebolla
- unos floretes de brócoli
- un pequeño manojo de perejil
- 1 cucharada añadida a las comidas
- unos fideos para la sopa
- 1 tomate
Preparación
- Pelar y lavar las zanahorias, las chirivías, las patatas y las cebollas. Pon todo junto en un recipiente con carne de pollo, agrega agua, una mezcla de especias secas y cocina.
- Cuando la carne y las verduras estén cocidas, cuela la sopa resultante. Presiona un poco la cebolla y cuela el jugo. Tira el resto. Corta las verduras cocidas restantes en cubos más pequeños y agrégalos a la sopa. Picar finamente los tomates pelados y agregar al resto de la mezcla preparada. Deja que se cocine.
- Agrega el brócoli, dividido en floretes más pequeños, y continúa cocinando hasta que esté suave.
- Agrega fideos a la sopa. Apaga el fuego y déjalo caliente hasta el momento de servir.
- Espolvorear con perejil finamente picado.
La diabetes y la hipertensión arterial son enfermedades que afectan a millones de personas en todo el mundo
La hipertensión es bastante común en los dos tipos más comunes de diabetes y afecta significativamente el inicio y la progresión de otras complicaciones de la diabetes. Estudios anteriores que definían la hipertensión como una tensión superior a 160/90-95 mmHg (estudio de Framingham) mostraban que se presenta en hombres en alrededor del 32% y en mujeres en el 45%, con diferencias étnicas significativas. Ahora se estima que incluso el 60-70% de los pacientes tienen hipertensión.
En la diabetes, puede manifestarse como hipertensión sistólica aislada, como hipertensión diastólica aislada y como hipertensión con aumento de la presión tanto sistólica como diastólica. Numerosos factores etiológicos son importantes para la aparición de hipertensión, pero también pueden afectar su manifestación, curso y tratamiento.
Esto es importante porque a veces para la regulación de la tensión es necesario tratar simultáneamente tanto los factores etiológicos como los contribuyentes.
Según las recomendaciones de la OMS y la Sociedad Internacional de Hipertensión de 1999, la hipertensión se clasifica como una condición cuando la presión arterial sistólica[4] es de 140 mmHg o más, y la presión arterial diastólica es de 90 mmHg o más.
Según las recomendaciones de los expertos, estos valores se reducen en los diabéticos, por lo que el diagnóstico de hipertensión se realiza si la presión arterial sistólica es superior a 130 mmHg y la diastólica superior a 80 mmHg. La tensión se mide después de 5 minutos de descanso en posición erguida y sentada.
De todo lo anterior, no es difícil concluir que estas dos enfermedades están directamente relacionadas entre sí y que una sucede a la otra según un precedente no escrito. Por eso hay que tener mucho cuidado y controlar ambas situaciones, para no meterse en un problema innecesario y mucho mayor que ni siquiera tiene por qué ocurrir.
Ambas enfermedades se pueden controlar cambiando los hábitos alimenticios y haciendo ejercicio regularmente
Además de hacer ejercicio bajo la supervisión de expertos-entrenadores, estas dos enfermedades se pueden mantener bajo control con el uso de productos farmacológicos.
En general, como en los no diabéticos, la terapia es farmacológica y no farmacológica. Sin embargo, hay algunos detalles en la terapia. De las medidas no medicinales, la más importante es corregir el peso corporal con una dieta adecuada y reducir la ingesta de sal por debajo de los 3 gramos al día.
Al elegir un medicamento, ten en cuenta las ventajas y desventajas del medicamento en sí, sus efectos sobre la glucorregulación, el metabolismo de los lípidos y la función de los órganos que a menudo se ven afectados por las complicaciones de la diabetes (riñón, corazón, ojo).
El tratamiento de la hipertensión en un paciente diabético debe planificarse en función del nivel de tensión pero también en función de la existencia de complicaciones diabéticas.
El uso de fármacos antihipertensivos en pacientes diabéticos se lleva a cabo no solo cuando hay hipertensión severa o si no se controla con medidas no farmacológicas, sino también si existe un riesgo cardiovascular de SII superior al 15% en los próximos 10 años , otras complicaciones macrovasculares, insuficiencia ventricular izquierda, retinopatía diabética, nefropatía inicial o manifiesta y embarazo.
La presión arterial en pacientes con diabetes debe controlarse al menos una vez al mes y mantenerse por debajo de 130/80 mmHg.
En todos los pacientes con hipertensión, es importante medir la presión arterial en bipedestación para determinar la presencia de hipotensión ortostática, ya que esto afecta la elección de los fármacos antihipertensivos y puede indicar la presencia de neuropatía vegetativa.
El ejercicio regular también es muy importante
Si tienes presión arterial alta o estás en un grupo de riesgo, intenta hacer ejercicio aeróbico como caminar o correr para que tu corazón bombee.
El mensaje de los cardiólogos es claro: el ejercicio regular es bueno para la salud. Pero, ¿todos los ejercicios son recomendables si sufres de hipertensión arterial? Realmente no. Por lo tanto, escucha los consejos de los expertos.
La actividad física regular se ha considerado durante mucho tiempo un vínculo importante en el control de la diabetes junto con una nutrición adecuada y la terapia prescrita. Sin embargo, es solo en las últimas dos décadas que tenemos evidencia disponible basada en estudios clínicos, que confirmaron la importancia de la actividad física en el control de la diabetes.
Adoptar y practicar actividad física regular es clave para mantener los niveles de glucosa en sangre y la salud general de las personas con diabetes y resistencia a la insulina.
Estas afirmaciones se basan en estudios y evidencia clínicamente orientados con respecto a la actividad física y el ejercicio en personas con diabetes tipo 1, diabetes tipo 2, diabetes mellitus gestacional y resistencia a la insulina. También, en este caso, debes consultar con tu médico y entrenador personal, qué ejercicios debes aplicar, a qué intensidad y con qué frecuencia. Ningún paciente tiene necesidades idénticas de actividad física y, como solo puede concluir, depende del género, la estructura corporal, la condición física y muchos otros elementos, además de las condiciones de salud. Por lo tanto, ten en cuenta qué tipo de ejercicios aplicas, con qué frecuencia y qué tan duros son.
Fuentes:
[1] Hermansen, K. (2000). Diet, blood pressure and hypertension. British Journal of Nutrition, 83(S1), S113-S119. https://doi.org/10.1017/S0007114500001045
[2] Sacks FM, Svetkey LP, Vollmer WM, et al. Effects on blood pressure of reduced dietary sodium and the Dietary Approaches to Stop Hypertension (DASH) diet. DASH-Sodium Collaborative Research Group. N Engl J Med. 2001;344(1):3-10. https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJM200101043440101
[3] Jeffrey G. Stepan, Daniel A. London, Martin I. Boyer, Ryan P. Calfee, Blood Glucose Levels in Diabetic Patients Following Corticosteroid Injections Into the Hand and Wrist, The Journal of Hand Surgery, Volume 39, Issue 4, 2014, Pages 706-712, ISSN 0363-5023, https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0363502314000884
[4] Stanley S. Franklin, Systolic blood pressure: It’s time to take control, American Journal of Hypertension, Volume 17, Issue S3, December 2004, Pages 49S–54S, https://academic.oup.com/ajh/article/17/S3/49S/130351